jueves, 26 de julio de 2012

Dos escalones


Les iba a contar sobre la restauración de una escalerita de madera que estaba pintada muy fea, sobre cómo la lijé y lijé hasta que salió a la luz la madera original, linda, suave, perfumada...  Pero la mente se me fue de viaje a otros lugares, a otro siglo...

No podíamos estar descalzos porque los pies se nos ponían negros con el hollín. La cocina era enorme y había olor a tostadas. Las tazas eran blancas con bordes amarillos, rojos o azules, y el azúcar nos lo servíamos de una azucarera verde de plástico. El agua de la canilla tenía gusto raro, pero a mi mamá le parecía riquísima y se la tomaba con cara de deleite. Mi abuela servía el desayuno envuelta en una bata rosa, sin dejar de ser elegante como una reina. 

Ese tipo de imágenes se me vienen a la cabeza cuando pienso por qué le tengo cariño a esta escalerita. Siempre estuvo en la cocina de la casa de mis abuelos paternos, desde que éramos chiquitos y veníamos de visita de Neuquén a Buenos Aires. Me fascinaba, como me fascinó siempre todo lo que había en esa casa, llena de rarezas, de tesoros, de rincones ocultos.


Hace cosa de dos años nos terminamos de despedir de mis abuelos y vaciamos su departamento. Ya les mostré algunas cosas que me traje de ahí, como las mesitas que pinté de colores. Pero eso no fue lo que pedí. Cuando empezó el reparto de cosas entre tíos y primos, mi papá me preguntó "¿hay algo en especial que a vos te interese, así te anoto?" (las cosas que quisieran varias personas, se iban a sortear). Yo dije en seguida "la escalerita de madera de la cocina", y agregué "si nadie más la pidió, claro, si se puede, etc etc". Se me rieron mis papás: "mirá si alguien va a pedir eso, obvio llevátela". Claro, los bienes en disputa eran otros, quizás más valiosos... Lo que nadie consideró, es que para una nena de tres, cuatro o cinco años, esos dos escalones que te permiten estar a la altura de la mesada para ver cómo tu abuela cocina, valen todo el oro del mundo. (después me enteré de que mis hermanos fueron pidiendo otras cosas así, de poco valor monetario pero mucho valor afectivo)


Así fue que me traje la escalerita a casa, más por un tema de cariño que de utilidad, sin sospechar lo imprescindible que me iba a resultar. La uso todo el tiempo para alcanzar las cosas de la alacena. Durante un año y medio estuvo en lista de espera para pasar por la lijadora (esa soy yo), y hace poquito la ataqué.


Ni bien se empezó a desprender la pintura, me di cuenta de que era madera linda. Oscurita, con buen perfume, sin nudos (ni idea de qué árbol). Le di con todo, con lija a mano, con lijadora eléctrica, porque en algunas partes la pintura estaba muy pegada. A pesar del esfuerzo no logré sacarla del todo, quedaron cascaritas de pintura, grietas, clavos a la vista. Pero me gusta su estilo rústico, tosco, teniendo en cuenta que su lugar es la cocina y su función, ser pisada! Finalmente la cubrí con barniz al agua para protegerla y destacar el color de la madera.

Este es el antes y después:


¿Tienen algún mueble pintado o lustrado, que sospechen que abajo tiene muy buena madera? ¿Se animan a lijarlo? Los mejores consejos, ACÁ

¡Gracias por pasar a visitar!

Vicky


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lunes, 23 de julio de 2012

De visita

Cómo no aceptar semejante invitación. La simpática Ofelia me invitó, y me fui a ver vidrieras con ella. 

¿Quieren ir a ver? Es por acá.

¡Que tengan una linda semana! Yo arranco la mía con una gran sonrisa, porque me va a traer una alegría gorda, de esas que espero todo el año, y que llega cuando viene alguno de mis hermanos a Buenos Aires. No se extrañen si desaparezco unos días...

Vicky

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miércoles, 18 de julio de 2012

Un regalo personalizado

No se si a todos les pasa, pero a mí me da mucha satisfacción cuando doy un regalo hecho por mí, y pensado especialmente para la persona que lo va a recibir. Claro que tiene que ser algo que al otro le venga bien, que le guste, como para no perder un amigo en el intento (la consigna que nos daba Pepita en su tutorial). Hoy les quiero mostrar un regalo que que le di a una amiga, todo hecho por mí. No fue pensado para el día del amigo, pero justo dio la casualidad de que lo terminé y entregué esta semana, así que estoy a tono con el momento.

Ro es mi amiga más antigua. Nos conocemos desde que nacimos, fue mi mejor amiga durante toda mi infancia, y además del cariño nos une algo imbatible:  un exageradísimo record de horas pasadas jugando a las Barbies! (jajaja éramos dos taradas). Como nos casamos con poco tiempo de diferencia, vivimos cerca y estamos más o menos en la misma, compartimos muchas de las cosas típicas de minas recién casadas, entre ellas la decoración! Me pide consejos a mí, que no ejecuto nada de lo que planeo... En fin, ella sabrá lo que hace.

Resulta que hace un tiempito me dijo que quería que yo le haga un dibujo de una mujer Coya con su bebé a cuestas. ¿Por qué yo? No se, a veces me pasan esas cosas, amigas muuuy divinas que me sobrestiman, al punto que tal vez no puedo cumplir con el pedido. En este caso me mandé con unas acuarelas que me prestó mi suegra (mi suegra las sabe usar, yo claramente no!). En fin, me quedó medio infantil, pero igual se lo di a Ro, ella lo quería.



Me da un poco de vergüenzina mostrarlo, pero quiero hacer más cosas artísticas, así que hago esto como incentivo para mejorar, aprender y registrar mis avances. Una vez terminado lo puse en un portarretratos de madera que tenía. No es el marco más lindo del mundo, si hubiera tenido más tiempo me ponía a decaparlo (capaz lo hago después).

El papel para envolver también lo hice yo, con una hoja de papel barrilete que tenía. Como el color era aburrido, decidí intervenirlo. Qué buena oportunidad para echar mano a mis sellitos, que casi no había usado! (a eso sáquenle el "casi"). Con tinta negra común para sellos, repetí la misma figura por todo el papel, y quedó así:


¡Me encantó! Debo decir que quedé mucho más contenta con el resultado del papel, que con el dibujo en sí mismo. Así quedó el regalo envuelto, con unas vueltas de piolín:


Ahora quiero hacer más papeles, y animarme a hacer lo mismo sobre tela, sobre muebles, sobre cajas... ¡Tiembla mi casa! ¡Ataco con todo! ¡Ingeniero, escondé tu ropa!

Hasta la próxima! Que todos terminen bien la semana, y si festejan el día del amigo, que lo disfruten y no tengan que sufrir largas colas en restaurantes. Yo no le doy mucha importancia a esta fecha en particular, tengo amigos y los disfruto todo el año, si justo no coincidimos el 20 de julio me parece que no hay que rasgarse las vestiduras. Pero tal vez aprovecho la movida para pasar un mensajito de cariño a esas personas que me hacen tanto bien, y en este caso no quiero dejar de lado a las "amibloggers" que casi sin conocernos me acompañan, apoyan, inspiran y divierten tanto. Un GRACIAS enorme.

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martes, 10 de julio de 2012

Los perros en casa - Parte II

¡Hola! Esta es la segunda parte de un post que escribí hace más de dos meses, del cual les debía la secuela. Me costó mucho escribirla, especialmente porque en el momento en que pensaba retomarlo, mi musa inspiradora -Simona, la perra de mi familia- estuvo muy enferma y pasé unos días negros de preocupación, con mucho miedo de perderla. Por suerte la negra está bien, y puedo escribir esto con alegría. 

Vía
En la primera parte escribí sobre la elección de la raza, las reglas en la familia, el tiempo que compartimos con un perro, las primeras enseñanzas, y los paseos. Sigo ahora con otros consejos que, desde mi experiencia, pueden servirles para criar perros buenos, obedientes, felices, y poder convivir con ellos sin que nos pongan la casa patas para arriba!

5- Quién manda a quién. Una vez un veterinario nos hablaba sobre el lugar que ocupa un perro en una familia: “el perro no tiene que ser la punta de la pirámide”. Se refería a esas pirámides que grafican las jerarquías en una sociedad. Es bueno preguntarse: en nuestras interacciones con el perro, ¿está claro quién es el amo y quién es el perro? ¿Qué hacemos cuando nos desobedece? Imaginemos situación: el perro está arriba del sillón, lo echamos, pero él no quiere moverse: ¿quién gana? 

Está muy bien que mimemos a nuestra mascota y le demos algunos gustos, pero no debería haber duda de que el que manda es el dueño, o sea, vos. Por más que el “desacuerdo” sea sobre algo pequeño que en el fondo no te importa, no deberías ceder. Tu “no” tiene que ser palabra sagrada para él, es lo que lo va a salvar si un día se escapa y se está por lanzar a la calle, o va evitar que muerda a un chiquito que le tira de la cola. Esto te va a permitir mantener tu autoridad y usarla efectivamente en situaciones más graves que la del sillón.


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6- El perro y su comida. La mayoría de los animales son posesivos con su comida, por una cuestión de instintos. Algunos perros nunca generan complicaciones con eso, pero igual es recomendable tomar una precaución muy fácil mientras son chiquitos y se están acostumbrando a vivir con nosotros: la idea es que, incluso en situaciones que involucran su comida, ellos siempre sean obedientes y dóciles, y jamás tengan reacciones violentas. 

¿Qué hacemos? Mientras está comiendo, lo acariciamos, lo tocamos, tocamos su comida, la movemos de lugar, se la sacamos y se la volvemos a dar… Tiene que aprender que en todo momento somos sus dueños y podemos hacer lo que queremos, y se la tiene que bancar. También tiene que confiar en nosotros, saber que no lo vamos a matar de hambre, que si le sacamos la comida seguramente se la vamos a volver a dar. 

¿Por qué es importante esto? Porque cualquier día podemos necesitar interrumpir su comida, o puede venir un niño desconocido que le saque el plato jugando, y no queremos que el perro reaccione mal. 


7- Premios y castigos. Tanto para los premios como para los castigos, las reglas son: se los damos sólo cuando se lo merecen, e inmediatamente después del acto. 

Los perros no son hijos ni alumnos, por lo tanto no hay norma moral ni jurídica que nos impida dar castigos corporales. No tengan miedo de dar un correctivo a sus perros. Por supuesto, no queremos lastimarlos ni torturarlos! El golpe tiene que ser lo suficientemente fuerte como para asustarlos un poco, nada más. Mejor ruidoso que doloroso. Suele funcionar bien un golpe en la cola con un diario enrollado, o un golpecito con dos dedos en el hocico (el hocico hace sonido hueco y es muy instructivo para macanas relacionadas con comer o morder!). 

Por supuesto, los premios y castigos deben darse en el momento mismo en que hacen eso que está bien o mal, porque después no se acuerdan. Tienen que encontrar cierta coherencia en nosotros. Si creen que los castigamos sin motivo, lo único que nos ganamos es su desconfianza. 

Hay un caso en el que creo que el castigo tiene que ser bien severo: cuando el perro tiene una reacción violenta que no corresponde. Es decir, cuando gruñe, muerde, ladra o ataca a alguien que no tiene que atacar. Muy especialmente si ese alguien somos nosotros, el dueño! Eso debe ser imperdonable. Yo misma, que tanto les conté de mi linda Simona, tuve que aplicar esto una vez que la queríamos bañar, ella se dio cuenta y se metió debajo de una cama. Cuando fui a tratar de sacarla, me gruñó. Juro que lloré mientras la retaba y le pegaba, pero tenía que hacerlo... Nunca jamás me volvió a gruñir ni nada parecido.

8- Viajes. ¿Ustedes se llevan a sus perros de vacaciones? ¿Viajaron con ellos en auto? Este punto 8, sobre viajes, viene de yapa. No pensaba incluirlo, pero no puedo dejar de recomendarles este post del blog Con aroma a bosque. De ahí saqué estos consejos y las fotos exclusivas de la diva máxima (sí, la tan mencionada Simona!).


Cito directamente a Ana: "Los animales también deben viajar con cinturón de seguridad. Simona tiene uno especial para perros que compré en una de las típicas tiendas de accesorios para animales, y que también vi en las ventas por Internet. Es un pretal que se ata al cinturón de seguridad del auto. Nunca aten el collar al cinturón, en una frenada brusca podría ahorcarse!

Jamás olvidamos llevar una botella con agua y un plato hondo, su alimento habitual (es mejor evitar probar uno nuevo justo en un viaje), y en lo posible algo que la entretenga (pelotita para mordisquear, hueso de cuero, etc.)"

Sigan leyendo en su blog, que van a encontrar datos de hoteles que aceptan perros,  y otros consejos.

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Espero que esto les haya servido. Si tienen algún otro consejo, o creen que me equivoqué en algo de lo que escribí, no dejen de comentarlo, les voy a agradecer mucho el aporte. Y si tienen historias divertidas sobre sus perros, también las queremos leer!

No incluí todos los puntos que antes prometí que iba a tocar, porque ya se me hizo larguísimo, pero escribí sobre lo que creo es más importante. Si tienen alguna consulta sobre algún otro tema, me pueden preguntar: si tengo experiencia en esa cuestión los voy a ayudar con mucho gusto. 

Buena semana corta para todos!

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lunes, 2 de julio de 2012

Dos proyectos simples con triángulos

La semana pasada subí las fotos de mi living, que participaron del desafío de Bla-d, y a raíz de eso surgieron estos dos proyectos muy sencillos que les voy a mostrar.








Uno de ellos es un almohadón que salió en esas fotos de mi living, y que algunas personas me preguntaron si lo había hecho yo. Capaz se dieron cuenta por la desprolijidad, quién sabe, pero voy a ser bien caradura y les voy a hacer una especie de tutorial que es una oda a la vagancia.

Resulta que tenía una bolsita de arpillera en la que había venido un regalo, esas cosas que guardo pensando que alguna vez voy a usar, y que en contadas ocasiones efectivamente uso. Sí, claro, ¡nada de coser para mí! Si ustedes quiere hacerlo, pueden comprar tela o arpillera y coser los 4 costados. Para mí uno solo basta y sobra.


Materiales que usé: arpillera, aguja e hilo, contact, regla, trincheta, rodillo y acrílico negro (para hacerlo bien debería ser pintura para tela).

Empecé creando un stencil con el contact:


Se dibujan triángulos en el contact. Pueden hacer uno o varios, porque después el stencil se replica las veces que quieran en el género.

¿Cuál es la forma que elegí para los triángulos? La que resulta de doblar un cuadrado por su diagonal (un isósceles rectángulo, según me enseñó la maestra de matemática). 

Se extraen las formas con trincheta. Los triángulos que sacan, guárdenlos porque pueden servir para otro proyecto. En este caso vamos a usar la parte de afuera, pintando adentro de los agujeros.


Pegamos el contact en la arpillera, pintamos adentro con rodillo tratando de no pasarnos (ejem, yo me pasé, se ve la mancha en la foto) y replicamos el stencil las veces que haga falta. Finalmente rellenamos, cosemos, y listo!

Mariela, de One Happy Mess, me preguntó si podía subir este almohadón a su sección "Lunes de ideas", y así fue que me decidí a hacer el tutorial. Lo que Mariela no sabe es que ELLA es la que me inspiró este gusto por los triangulitos, porque en su casa quedan tan lindos!







El segundo proyecto es el de la maceta que contiene mi potus limón, que el otro día me decidí a decorarla con una guarda de triangulitos blancos.


Primero se prepara el sello. Cortamos una "feta" de goma de borrar y hacemos dos triángulos iguales. O tres, o los que quieran. No se compliquen, este es un proyecto de quince minutos. Después los pegamos en un cartoncito, bien contra uno de los costados y contra el borde inferior (esto nos va a ayudar a calcular dónde apoyar el sello).


Aplicamos acrílico al sello con pincel o rodillo, para no sobrecargarlo. Lo probamos primero en el fondo de la maceta para ver cómo queda, y cuántos sellos puedo hacer antes de volver a cargar de pintura (resultó ser uno solo, qué pena). Y entonces nos animamos a poner uno a uno los sellitos a lo largo del borde de la maceta.

Lo bueno de usar acrílicos es que si cometemos un error, podemos limpiar con un trapo mojado. Pero si el error no es grave, sigan adelante... ¡la imperfección es parte del encanto!


Como yo quería que la maceta quedara siempre con el color así liso -y no tomara las manchas de humedad y color que van tomando las macetas con tierra- la usé como porta maceta. Es decir, la planta la dejé en una maceta más chica adentro de esta. Para regarla, la saco y la dejo escurriéndose en la pileta de la cocina hasta que deja de perder agua (igual, los potus se riegan muy cada tanto, así que no es complicado).

Así como la ven está ahora en mi living, junto con un par de maracas cubanas y una artesanía en cristal típicamente sueca. Somos muy internacionales, ja.

¿Qué les parecieron los proyectos? Yo estoy con ganas de comprarme fundas de almohadones lisas y llenarlas de triángulos y otras formas!

Que tengan una excelente semana. Vicky.

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